Algarabía de ciervos.
Una madre y su cachorro blanco. Frágiles rojos saltan delante. Hombres miran el festín de la partida esperanzada hacia la fértil eternidad.
Más abajo, otro, no posee bellos cuernos .Unido a las sombras de esa danza arbórea,(sueño y recuerdo de seres no advertidos, de antepasados que hollaron anónimos),marcha desertor y opuesto al feliz camino, tan crudo.
Mientras tanto, la verdadera eternidad ilumina estas piedras y las compadece.
Diana- 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario